Acercar a chicas jóvenes y a mujeres mayores una profesión tan masculinizada como la soldadura y la calderería. Es la iniciativa que ha desarrollado en las últimas semanas el profesorado del Centro Formativo Otxarkoaga, que ha organizado vistitas guiadas y prácticas para grupos de mujeres en los talleres en los que imparte este grado, muy demandado en la empresa vasca.
A lo largo de los últimos años, el aprendizaje de soldadura y calderería ha incrementado el número de alumnas, aunque aún son muy pocas en comparación con hombres. De ahí que muchas chicas y mujeres se hayan puesto ante el electrodo en los talleres y aulas del Centro Formativo Otxarkoaga.
“Queremos que le pierdan el miedo a esta profesión, que hacen por igual hombres y mujeres”, explica Fernando Herranz, profesor del grado. Además, muchas mujeres más mayores han visto en la soldadura y calderería una oportunidad para sus hijas o, incluso, nietas. “Este sector se ha asociado a hombres tradicionalmente, pero hemos demostrado que no tiene por qué ser así”, señala.