Mucho más que alumnos preparados: comprometidos y solidarios

La formación integral que imparte Centros Diocesanos Elizbarrutiko Ikastetxeak apuesta también por formar personas solidarias y comprometidas desde una visión humanista-cristiana. El trabajo pastoral de los centros se transforma en un sinfín de acciones.

La educación de hoy día y las necesidades actuales de un mundo cambiante llevan a los centros escolares a preparar a los alumnos para lograr personas competentes, bien preparadas para afrontar su futuro laboral. Pero esta dura preparación no tendría sentido si no viene acompañada de acciones dirigidas a promover, asimismo, alumnos comprometidos, solidarios, interesados en cambiar un mundo desigual.

Los alumnos nos pueden vivir ajenos a la realidad que nos rodea. Es aquí donde entra una educación integral, desarrollada en común por los centros diocesanos, que trata, desde una visión humanista-cristiana, de acercar a los alumnos, de un lado, a los más necesitados y, de otro, a la espiritualidad y a la fe cristiana.

Elizbarrutiko Ikastetxeak, la red educativa vizcaína que agrupa a 16 centros diocesanos de Educación Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional, mira con especial cuidado esta labor bajo el paraguas de la Diócesis de Bilbao, titular del grupo educativo. El trabajo pastoral, tal y como se denomina, se extiende a toda la comunidad educativa.

Los diferentes centros diocesanos ponen en marcha diferentes acciones, tanto de manera individual como comunitaria, dirigidas a educar a los alumnos en estos parámetros. Proyectos educativos, acciones solidarias, celebraciones de oración, programas de convivencia, trabajo comunitario, formaciones, charlas y testimonios… se desarrollan de manera transversal y dentro del plan pastoral diocesano. “Queremos que la comunidad diocesana se preocupe por un mundo más humano, siempre pensando en los más necesitados, mientras sale al encuentro de Dios y cuida la fe”, resume Txemi Aranburu, responsable del Departamento de Educación del Obispado de Bilbao.  

La laboral educativa y pastoral se traduce en infinidad de acciones. Una de las más llamativas está relacionada con el aprendizaje de los alumnos y el servicio que prestan a la comunidad. ‘Aprendizaje y Servicio’ es, así, un proyecto que lleva a los estudiantes a colaborar en multitud de tareas y que se extiende a la mayoría de los centros de Elizbarrutiko Ikastetxeak. Los alumnos apoyan a sus compañeros en los estudios, acompañan a ancianos y a otros colectivos necesitados en multitud de tareas, colaboran con Cáritas, Alboan, Misiones Diocesanas y otras ONG, contribuyen en proyectos para recaudar dinero… En el punto de mira, por ejemplo, las familias más necesitadas de nuestro entorno o, también, los refugiados, entre otros colectivos.

La acción solidaria de los estudiantes no es mera teoría. De ellos, por voluntad propia, salen un puntal de apoyo fundamental a la sociedad. Y cada centro lo transforma en proyectos visibles. El reciclaje de peluqueros y peluqueras o la recuperación de ordenadores en el Centro de Formación Somorrostro; la carrera solidaria de San Fidel Ikastola; el proyecto Comparte de San Felix Ikastetxea; acciones de Comercio Justo de Sagrado Corazón Ikastetxea; los hermanamientos misioneros de Bera Kruz Ikastola; la atención asistencial de Txomin Agirre Ikastola; la promoción social de alumnos desfavorecidos del Centro Formación Otxarkoaga; la recogida de material para los refugiados de Begoñazpi; el apoyo a las familias de todos los centros, el apoyo de alumnos mayores a los más pequeños…  Entre un largo etcétera de propuestas solidarias.

Por otro lado, son habituales las jornadas y celebraciones que surgen de la Diócesis y que tratan de acercar a la comunidad educativa a la espiritualidad, como Gazteliza, la Semana de Cine Espiritual Ikusiz Ikasi o el Gesto Diocesano. Miles de estudiantes y familias se acercan así a la Iglesia Diocesana.  De ahí que la Diócesis ponga el foco en dos ejes con los que se trabaja de manera permanente, la familia, como primer ámbito de evangelización; y el mundo de la exclusión, de los necesitados, presente en todo lo que se promueve.

Y los Centros Diocesanos, un grupo educativo que apuesta por la innovación pedagógica para lograr alumnos capacitados, no descuidan tampoco la visión humana de la educación. Alumnos competentes, y también comprometidos

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