El curso de la normalidad, tras la época covid, ya está en marcha. Aparte de dejar atrás una situación límite, los centros EBI afrontan un curso cargado de retos, aunque, también, continuación de lo que ya venían desarrollando. Las leyes educativas también marcarán los próximos meses. Nerea Begoña es la directora de los centros EBI Elizbarrutiko Ikastetxeak – Centros Diocesanos.
Tras el covid, llega la normalidad. ¿Cómo lo afrontan tanto el alumnado como el profesorado de los centros EBI?
Este comienzo de curso lo hemos vivido con mayor tranquilidad que en años anteriores. El verano ha sido casi como los veranos de prepandemia y todos hemos podido descansar y disfrutar del tiempo de ocio. El profesorado ha comenzado con ilusión y fuerza para afrontar los desafíos que se nos presentarán a lo largo del curso. El alumnado, con alegría de volver a ver a sus amigos y amigas. Y las familias, con ganas de volver a la normalidad y poder compaginar la jornada laboral y la atención a sus hijos e hijas.
Durante este tiempo de pandemia, ¿la educación ha podido avanzar o tenemos que recuperar el tiempo perdido?
Como en todas las situaciones límites, la pandemia nos ha servido para avanzar más rápido en aspectos como la digitalización, dotación de dispositivos al alumnado en situación de vulnerabilidad, ayuda emocional a las personas como consecuencia de la pandemia… y hemos tenido que recuperar en presencialidad, reforzar los resultados académicos con sesiones extra, y, sobre todo, ayudando a los que más dificultades presentan.
¿Qué retos afronta la educación en los centros EBI durante este curso?
Durante este curso debemos avanzar en los proyectos que fomenten el interés del alumnado, de forma natural; también seguiremos fomentando la creatividad e innovación pedagógica y desarrollaremos una gestión de la educación emocional para proporcionar a los chicos y chicas un bienestar social y emocional. Es necesario formar en los perfiles que demanda la sociedad, pero también tenemos que formar a la persona, al “ser”. Al mismo tiempo, otro de los retos es la cooperación entre las familias, los centros y la comunidad.
¿Cómo afectará este curso la reforma educativa, la LOMLOE?
En EBI, el aspecto pedagógico de trabajo por competencias, no difiere en mucho a lo que ya veníamos desollando durante años, pero avanza un paso más. El cambio más sustancial está en la evaluación; esta ley está fundamentada, con algunas variaciones, en la LOE de 2006 que fue aprobada por el gobierno socialista. Así, por ejemplo, se eliminan las pruebas finales de etapa o se permitirá repetir dos cursos en Primaria y ESO, entre otros asuntos.
¿Y la nueva ley vasca de educación que se aprobará en los próximos meses?
Todavía no conocemos el texto articulado del anteproyecto de ley pero, en conversaciones con el Departamento y teniendo en cuenta las claves de las bases del acuerdo aprobado en el Parlamento el 7 de abril de 2022 que refrendaron el 90% de los parlamentarios, podemos decir que pone el acento fundamentalmente en el euskera como lengua vertebradora del sistema educativo; en la no segregación del alumnado y reparto del alumnado inmigrante entre centros por medio del proceso de matriculación; en la convivencia positiva interculturalidad, inclusión e igualdad; o en la gratuidad de la enseñanza en la educación obligatoria, principalmente.