A lo largo del curso tenemos tiempos diversos: actividades en clase, el deporte y la música; también las fiestas de Navidad, tiempos de exámenes, ratos de tiempo con los amigos y amigas, etc.
Para aprender a ser amigos de Jesús necesitamos invertir tiempo.
Para ello surgió el tiempo que llamamos Cuaresma.
¿Y para hacer qué? ¿Qué queremos pensar?
Quizás cómo orientar la vida. ¿Y Jesús qué nos propone?
Un poema es la forma más fácil de decirlo:
Pronto nos pondremos en camino.
Preparemos mochila y botas.
Recuperemos brújula y mapa.
Midamos fuerzas.
Soñemos horizontes.
Repasemos rutas.
Procuremos ir ligeros.
Dejemos en casa lo innecesario.
Y elijamos un camino,
Su camino. El camino de amar, de cuidar…
Se acerca la Cuaresma. Es tiempo de caminar.