SAN VIATOR SOLIDARIO.

El Centro San Viator está realizando un proyecto solidario para llevar material educativo a los niños marroquíes.

Cuatro estudiantes de grado superior de Automoción recorrerán 6000 Km por el desierto marroquí en un Renault 4L.

Raid 4L Trophy es una competición con salida en la localidad francesa de San Juan de Luz y llegada a la ciudad marroquí de Marraquech. En el mes de febrero de 2014 harán, al volante del único modelo que puede tomar parte en la prueba; todo un clásico como el Renault 4L, los 6.000 kilómetros con un doble objetivo:
• Formarse como mecánicos: Los alumnos tienen que preparar el coche para el viaje y tendrán que reparar las averías que, sin duda surgirán a lo largo del Raid.
• Formarse como personas: Este es un proyecto solidario donde el alumnado del Centro San Viator colaborará en la recogida y el reparto de alimentos, material educativo y material deportivo.

El Centro San Viator comprará y acondicionará dos vehículos conocidos popularmente como «cuatro latas», y tendrá que buscar recambios, tarea nada fácil teniendo en cuenta la antigüedad de los vehículos. El Centro confía en que los alumnos/as sean capaces de repararlos y ponerlos a punto para poder realizar esta solidaria experiencia, y que cuando aparezcan dificultades durante el viaje, sepan colaborar con sus compañeros de otros equipos para solventarlas. En el caso de que se trate de una avería seria, diez camiones les acompañarán en ruta para prestarles este servicio, además de ofrecerles seguridad y asistencia médica.

Está previsto que tomen la salida 1.360 coches en los que viajarán unos 3.000 estudiantes de distintos puntos del mundo. En el maletero se incluirán 10 kilos de alimentos no perecederos y otros tantos de material educativo y deportivo. Se calcula que la suma de todos los participantes contribuya a aportar 50 toneladas de material humanitario. El reparto se irá intercalando durante las siete pruebas de las que consta el Raid, en las que se premiará a los pilotos que cumplan con los controles establecidos invirtiendo el menor número de kilómetros posible. Su única ayuda será un mapa, una brújula y un «road book», una especie de navegador. La experiencia promete ser apasionante.

Aparte esta dimensión humanitaria, el viaje en el que participarán consiste en una competición deportiva de varias etapas. En cada una se asigna a los participantes un número máximo de kilómetros a recorrer entre dos puntos, penalizándose cada kilómetro de más que se realice. Con estas etapas se completa una prueba de orientación en el desierto.

Una vez que se llega a los diferentes pueblos, se lleva a cabo el reparto de la ayuda humanitaria y los participantes colaboran como peones en las diferentes tareas de instalación de paneles y bombas de agua.

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