· El centro educativo ha roto la estructura tradicional de las aulas para dar lugar a espacios educativos diáfanos, sin pasillos ni puertas y con cristaleras en lugar de paredes.
· El proyecto de descontaminación acústica en las aulas ha permitido reducir los decibelios a la mitad en los últimos cuatro años, lo que mejora el rendimiento intelectual de los alumnos.
· El comité evaluador de Euskalit, la Fundación vasca para la calidad, también ha tenido en cuenta el proceso de gestión a la innovación y la introducción de nuevas metodologías educativas.
· El Palacio de Congresos Kursaal de Donostia acogerá mañana martes los premios del Gobierno vasco a la Gestión Avanzada 2017.
BILBAO, 11 de diciembre de 2017. El colegio San Félix de Ortuella ha vaciado de ruido sus aulas. O, mejor dicho, sus revolucionarias naves educativas. Dos proyectos concretos, -‘descontaminación acústica de las aulas’ y ‘nuevos espacios educativos’– además del proceso de gestión hacia la innovación y la introducción de nuevas metodologías educativas, le han convertido en el colegio más innovador de Euskadi a juicio de Euskalit, la Fundación vasca para la calidad.
El centro educativo vizcaíno recogerá mañana martes 12 de diciembre el Premio Vasco Gestión Avanzada en Innovación en una gala que se celebrará en el Kursaal donostiarra (18:30 horas) y en la que participarán, entre otros, la consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras, Arantxa Tapia; el consejero de Salud, Jon Darpón; la consejera de Empleo y Políticas sociales, Beatriz Artolazabal; y la viceconsejera de Educación, Maite Alonso, junto al presidente de Euskalit, José Hernández.
Un minucioso proceso de mejora que comenzó en 2008 le ha permitido al colegio San Félix dar un vuelco espectacular a todo el centro. Con 600 alumnos y ubicado en el centro de Ortuella, poco tiene que ver con el de hace unos años. La reestructuración de los espacios ha roto la estructura tradicional de las aulas, para dar lugar a espacios educativos sin pasillos ni puertas y con cristaleras en lugar de paredes.
Ahora, en estos nuevos espacios diáfanos y polivalentes conviven alumnos de diferentes grupos y niveles para desarrollar una educación diferente que apuesta por el aprendizaje basado en proyectos de comprensión. “La interacción entre alumnos, los trabajos que desarrollan, hacen necesario espacios que faciliten la movilidad, sin estar atados ni al tradicional pupitre ni al aula”, explica la directora de San Félix Ikastetxea, Nieves Fernández.
Técnicos de la multinacional IKEA han asesorado al centro para lograr espacios higiénicos, de fácil acceso, seguros, bien iluminados y cuyo colorido y textura contribuyen a crear ambientes agradables, alegres y cálidos. Así surgen las aulas abiertas, en las que los alumnos no están separados por grupos y comparten conocimiento; o espacios como la mediateca y la ‘new technology zone’, donde los alumnos tienen acceso a todo tipo de material tecnológico para desarrollar su proceso educativo. Incluso, la terraza del centro, antaño un espacio infrautilizado, se ha convertido en un ‘aula’ educativa.
Dispersión de ondas sonoras
Unido a todo ello, el colegio de Ortuella, perteneciente a la red de Centros Diocesanos, ha implantado el proceso de descontaminación acústica, que le ha permitido reducir el ruido de las aulas a la mitad en los últimos cuatro años y un tercio en el comedor.
Además de la nueva configuración arquitectónica del centro, que posibilita la dispersión de las ondas sonoras para absorber la reverberación, San Félix ha puesto en marcha diversas acciones dirigidas a reducir los decibelios y materializadas en los espacios, aulas, pasillos y comedor, en la organización del estudio, o en la promoción del silencio entre los alumnos.
Así, el proyecto de descontaminación acústica se ha plasmado en un plan de acciones, como el cambio de hábitos de los alumnos en sus desplazamientos o conversaciones, en la protección de las patas de mesas y sillas, en la adquisición de hábitos de comportamiento en los recreos, ejercicios de relajación, tutoriales sobre el tono de voz, gestión y planificación del comedor, entre otros muchos ejercicios. “Esta reducción del ruido nos ha llevado, sin duda, a aumentar el rendimiento intelectual de los alumnos, el gran objetivo de descontaminación acústica”, explica Fernández.
Estos proyectos, además de toda una cultura de innovación educativa, ponen la guinda a la trayectoria del colegio San Félix. Ya en 2016 recibió la A de Oro de Gestión Avanzada, lo que le convirtió en el primer centro educativo de Euskadi en hacerse con el galardón. El jurado de Euskalit, ahora, reconoce los cuatro proyectos presentados y, en su fallo, destaca de ellos su “novedad, utilidad, alcance, orientación hacia los grupos de interés y la obtención de resultados”.
“Este premio no solo es un reconocimiento al trabajo bien hecho, es también un estimulo a la cultura de la mejora que hemos introducido entre todos tanto en el colegio como en nuestro entorno. Sin duda, también supone un plus a la confianza de las familias”, sostiene la directora de San Félix.