El mensaje es claro. Los niños también deben leer en verano. Pero, ¿cuánto? Aunque el verano es momento para que los niños descansen, vayan a la playa, a la piscina, jueguen o estén con los amigos, un estudio presentado en 2010 por la universidad de Tennessee constató que dejar de leer en verano conlleva la pérdida de riqueza léxica y el cerebro retrocede entre dos y tres meses en destreza.
De hecho, según el mismo estudio, cada dos o tres años los niños que no leen en verano retroceden un año en fluidez y comprensión lectora en comparación con niños que si que leen en verano. Y en el ámbito de las matemáticas la pausa veraniega sin libros provoca una pérdida de aprendizaje equivalente a 2,6 meses.
Beneficios de la lectura diaria
La neurocientífica Sally Shaywitz recomienda una lectura de mínimo 20 minutos diarios. En su libro Overcoming Dyslexia explica que alumnos que leen más de 20 minutos diarios durante todo el año suelen estar entre el top 10 de alumnos con mejores resultados escolares en pruebas de competencia básica.