Más de 11.000 estudiantes y alrededor de 1.000 profesionales de la red educativa EBI empiezan estos días un nuevo curso escolar, marcado, principalmente, por la vuelta a la normalidad tras los casi tres cursos afectados por la pandemia. Al mismo tiempo, el nuevo curso lectivo retomará, como ya se ha había hecho en los últimos meses en la red EBI, las dinámicas educativas propias de los centros.
Es, de hecho, uno de los principales objetivos de los diferentes centros EBI, una red innovadora caracterizada por implantar metodologías activas, innovadoras y diferenciadoras. Así, tras el covid, que obligó a establecer grupos burbuja, los centros de la red diocesana podrán restablecer los métodos de enseñanza ya consolidados.
Para todo ello, buena parte de los centros de la red educativa EBI han llevado a cabo durante los últimos meses obras de rehabilitación que mejorarán la enseñanza y redundarán en el éxito educativo. Entre otros, Zulaibar Ikastegia, de Zeanuri, que ha puesto en marcha Campus Zulaibar con el objetivo de convertirse en el polo socioeconómico, educativo y empresarial de Arratia.
Asimismo, la Escuela de Pesca de Ondarroa, que inaugura nuevas instalaciones –y nuevos ciclos- en la antigua Txomin Agirre Ikastola de Kamiñazpi y que permitirá al alumnado abordar los estudios marítimos con todas las garantías.
Artxandape Ikastola, de Bilbao, asimismo, se encuentra inmersa en una reforma integral que impulsará el aprendizaje con aulas diáfanas, transparentes y que permitirán al alumnado desarrollar aprendizajes innovadores. También Patronato Santa Eulalia Ikastetxea, de Santurtzi, ha transformado parte de sus instalaciones para lograr espacios adecuados a la educación de hoy día. O Begoñazpi Ikastola, de Bilbao, que ha renovado todos los patios para mejorar la socialización del alumnado.
Son mejoras que refuerzan la educación integral y de calidad de los centros EBI y lograr, así, una atención personalizada para todo el alumnado.