Una provocación, en el contexto del juego en educación infantil, es una actividad que sirve para que el alumnado descubra, explore y actúe sobre objetos, que dispone el docente sobre una superficie. Por ejemplo, telas, hilos, hojas o pelotas. Elementos con distintas texturas, olores, sonidos… con los que jugar de una forma libre, pero a la vez seguir aprendiendo.
BeraKruz Ikastola de Markina la ha puesto en práctica con el alumnado de 2 años. Estas son algunas de sus características:
-Esta estrategia metodológica es una actividad no dirigida en la que el niño tiene la libertad de jugar con los objetos como él considere.
– Además, no tiene un objetivo concreto, es decir, no es planteada como una actividad para trabajar los objetos de la casa o los colores. Es una invitación a jugar libremente y donde el profesorado observa el momento en el que se encuentran los niños y las niñas a nivel de aprendizaje, juego simbólico, creatividad, desarrollo evolutivo, entre otros aspectos.
– Y es una actividad abierta y sin tiempo establecido. Al no existir un objetivo concreto, no existe un resultado esperado ni valido. El resultado que produzcan los alumnos no estará ni bien ni mal.
– No es una actividad obligatoria, se respeta si un niño no quiere participar.