Carlos Esteban Garcés, teólogo y pedagogo
“La asignatura de religión debe ser formación humana y no una iniciación religiosa». Así de claro es Carlos Esteban Garcés, teólogo y pedagogo, profesor activo de religión y ciencias de la religión (Instituto Pontificio San Pío X, Centro Universitario La Salle) y autor de una decena de libros sobre religión y sistema educativo. Esteban Garcés ha dado una masterclass, en torno a religión y su integración en el actual currículo escolar por medio de competencias (LOMLOE) a diferentes profesores de la materia de la red pública, Kristau Eskola y EBI-Elizbarrutiko Ikastetxeak. La jornada, organizada por la Diócesis de Bilbao, tuvo lugar en Barria, los locales del Obispado en la Plaza Nueva.
– En qué situación diría que se encuentra la asignatura de religión en estos momentos.
La asignatura, desde el punto de vista legislativo, está un poco en precario. No se le acaba de tomar en serio. Pero, en general, la clase de religión está bien. El estudio que hicimos en 2020, con 18.800 encuestas, dice que funciona razonablemente bien para sus protagonistas. Además, las familias le ponen un notable y a los alumnos les gusta. La mitad de los alumnos de los centros públicos dice que los profesores de religión son mejores que los de otras materias. Revela una satisfacción clara.
– La asignatura es parte de los ejes educativos de los centros EBI.
En los Centros Diocesanos, en términos pedagógicos, la asignatura funciona razonable bien, pero debemos mejorar el enfoque académico, el enfoque interdisciplinar. Mejorar la conexión de los saberes de religión con los de otras materias, para que los alumnos perciban que lo que estudian es lo mismo que lo que pueden estudiar en literatura, arte o ciencias. Que el alumno se vaya sabiendo que hay un enriquecimiento mutuo.
– En el aprendizaje por medio de competencias y en el modelo de aprendizaje basado en proyectos transversales o interdisciplinares, ¿cómo encaja la asignatura de religión?
El nuevo currículo de religión está pensado, precisamente, para que pueda ser programado en proyectos interdisciplinares, porque tiene competencias específicas que responden a los perfiles de salida de las competencias clave. El nuevo currículo de religión se podrá trabajar con otros proyectos y saberes, porque está planteado en los mismos términos que el resto de las áreas.
– ¿El profesorado está formado para ello?
Siempre nos parece que puede mejorar. Es un tiempo nuevo y requiere de una formación nueva para el profesorado. Debemos asumir la novedad interdisciplinar y competencial del currículo de religión, para no reproducir la inercia que nos viene de atrás.
– ¿Qué deben saber las familias antes de matricular a sus hijos en la asignatura?
La religión es una oportunidad para las familias. La clase de religión propone, no impone, ideales y valores, y no solo eso, sino también los porqués de esos ideales y valores. Y al explicar el porqué, se convierte en creencias y convicciones. Eso proporciona a los alumnos raíces y cimientos que les empoderan en su autonomía personal y moral.
– Las asignaturas ‘alternativa’, ¿realmente lo son?
Son alternativa, pero no son asignatura. Son simples actividades que no tienen un currículo detrás, una consistencia académica como asignatura. En cualquier caso, hemos propuesto que pueda haber proyectos comunes.