El modelo educativo de la ikastola introduce la inteligencia musical y los beneficios de la práctica de un instrumento en Educación Infantil, Primaria y Secundaria.
“En Begoñazpi Ikastola, los niños de 4 años aprenden a tocar el violín”. Quizás sea esta una de las actividades musicales más llamativas dentro del sistema educativo de la ikastola. Pero detrás de esa realidad hay mucho más, un proyecto musical integral que, en resumen, busca profundizar y sacar el máximo provecho a la inteligencia musical de los alumnos, una de las ocho inteligencias que propone la teoría de Howard Gardner y que la ikastola ha integrado dentro de su proyecto educativo.
El aprendizaje de la música ha pasado a un primer plano en la ikastola bilbaína. Más allá de los aspectos marcados en el currículum escolar, Begoñazpi Ikastola ha introducido un plan educativo musical que va desde Educación Infantil (3 años) hasta 3º de Secundaria (14 años) y que tiene un marcado objetivo, que los alumnos aprendan a tocar, a interpretar música. Por eso, todos los alumnos tocan en un instrumento en cada curso.
Sus beneficios, fuera de toda duda, han llevado a la ikastola a buscar nuevas fórmulas que incidan en un aprendizaje temprano, en la motivación, en la expresividad… El modelo actual, aún inmerso en un proceso que integrará la educación musical reglada en el currículo de la ikastola, permite a los alumnos culminar sus estudios no solo con una sólida base musical y todo lo que implica, sino también a mejorar su disposición para el estudio y aumentar la inteligencia lógica matemática, entre otras.
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