“La identidad es la seña que marca la diferencia de nuestros centros”. Así de claro se expresa Javier Cortés (Valencia, 1955), educador experto, marianista y docente con una larga trayectoria a sus espaldas, tanto en la escuela pública como privada. Responsables de Elizbarrutiko Ikastetxeak / Centros Diocesanos han abordado la identidad de los colegios e ikastolas bajo su tutela.
Esta identidad, marcada por los valores cristianos, del Evangelio, es la que da un sentido a la educación de los alumnos, tanto en el currículum escolar, como las actividades extraescolares o el resto de acciones que se desarrollan en torno a los valores, el compañerismo, la solidaridad…
Pero, ¿qué aporta la identidad católica a los centros?
1.- Una utopía educativa, es decir, enseña cómo está el mundo, unos valores, una ética…
2.- Pone acentos y sensibilidades que otros no tienen. Y así lo traslada al alumnado.
3.- Da sentido a las áreas curriculares. Contextualiza las materias, las explica desde un punto de vista solidario, de compromiso.
4.- Inspira la acción pastoral. El aprendizaje va unido al servicio, con proyectos propios, tal y como se lleva a cabo en Centros Diocesanos.
5.- Tiene valores extracurriculares diferentes. La educación traspasa las fronteras de lo tradicional y profundiza mucho más en el aprendizaje en valores.
6.- Tiene una especial manera de mirar. Está muy pendiente de la singularidad de los alumnos.
7.- Cuenta con un modelo educativo específico, propio y diferenciado.
8.- Posibilita un crecimiento personal en la fe.