La reflexión de Centros Diocesanos parte del alumno que queremos: preparado, con pensamiento crítico e inteligencia emocional.
El grupo educativo vizcaíno Centros Diocesanos – Elizbarrutiko Ikastetxeak tiene claros los retos para el curso 2017-2018. La educación ha cambiado y poco tiene que ver con los conceptos y paradigmas clásicos. Ante el reto de educar a unos alumnos del siglo XXI y de una sociedad cambiante, el grupo, una referencia en Bizkaia con 16 centros de todas las etapas educativas además de FP y con alrededor de 10.000 alumnos y 1.000 profesores, trabaja ya en torno a tres desafíos: la innovación educativa, la formación del profesorado y el trabajo con las familias.
La reflexión de Centros Diocesanos parte del alumno. ¿Qué alumno queremos; cómo, con qué preparación debe terminar sus estudios? Queda claro que “la sociedad de hoy día exige alumnos con pensamiento crítico y creativo, con una buena comunicación”, sostiene Nerea Begoña, directora de Elizbarrutiko Ikastetxeak. Además, es necesario que el alumno tenga “una inteligencia emocional para adaptarse a los cambios, y que tenga valores personales como el esfuerzo y la cooperación; sin cooperar con los demás no somos nada en la sociedad en la que vivimos”, añade la directora.
De ahí que el grupo educativo vizcaíno haya hecho un gran esfuerzo en la innovación, en metodologías educativas innovadoras y en nuevos espacios adaptados a la nueva educación para dotar al alumnado de las mejores herramientas para su futuro. De hecho, el 60% de los alumnos de Primaria van a trabajar en profesiones que todavía no existen. De ahí que tengan que salir preparados para afrontar esta nueva realidad.
El apoyo de los profesores, asimismo, es fundamental. El profesorado de Elizbarrutiko Ikastetxeak, por eso mismo, se dota de manera constante de las herramientas necesarias para avanzar en la educación de sus pupilos. La formación constante del profesorado en torno a metodologías, proyectos y técnicas diferentes es un hecho en el grupo educativo.