Nerea Begoña, directora de EBI Elizbarrutiko Ikastetxeak
La baja natalidad, las nuevas metodologías, la atención a la diversidad… La Educación afronta este curso retos de calado. Profundiza en ello Nerea Begoña, directora de EBI Elizbarrutiko Ikastetxeak.
Empieza un curso, en una época difícil en el mundo de la educación, especialmente por la caída de la natalidad. ¿Cómo se percibe en EBI?
La natalidad es un problema social que repercute en todos los ámbitos de la sociedad actual ya que la falta de relevos generacionales en muchos sectores es un hecho. En los centros, en los niveles de Infantil, es una realidad que llevamos constatando desde hace varios años y que cada vez es más notoria. La sostenibilidad de los centros es un gran problema a pesar que desde el Departamento de Educación se han bajado la ratio de alumnado por aula y se ha mejorado algo la financiación. En EBI no escapamos de esa realidad, pero cierto es que, en nuestra red, la mejora continua, la innovación en todos los ámbitos de gestión y también pedagógicos, y la atención a los más vulnerables unido a los valores cristianos está ayudando a resistir en la complejidad de la situación.
La red EBI se caracteriza, desde hace años, por metodologías innovadoras. ¿Hacia dónde va la educación?
La educación va por trabajar interdisciplinarmente las competencias para la vida, la atención personalizada con la mirada en la diversidad y la educación emocional de las personas, entre otras. Todo ello, de manera colaborativa con alumnado, familias, barrio, pueblo… en definitiva en colaboración con el entorno en el que se vive.
¿Qué retos, más allá de las metodologías, tiene la educación actual?
Acogida de la población inmigrante y vulnerable, la atención a la diversidad (altas y bajas capacidades), principalmente. En lo tecnológico, la Inteligencia Artificial es un desafío y una oportunidad que tendremos que aprovechar.
La Formación Profesional está teniendo una gran demanda. ¿Cómo apuesta EBI por ella?
En la diócesis de Bizkaia, la Formación Profesional, entonces llamada escuela de aprendices, fue la primera apuesta educativa. Tenemos cinco centros de Formación Profesional ubicados en el barrio de Otxarkoaga en Bilbao, Zulaibar en Zeanuri, Escuela Nautico-pesquera en Ondarroa, San Viator en Sopuerta y Somorrostro en Muskiz con un total de más de cinco mil alumnos y alumnas entre la formación reglada y no reglada. Con la asunción del Dpto. de Educación de toda la parte de formación de Lanbide, los centros de FP aumentan la oferta educativa con las certificaciones profesionales denominándolos grados C. Por otro lado, la formación dual entre el centro y la empresa es una realidad que se impone. Actualmente la alta cualificación de la formación profesional en Euskadi se ha convertido en un referente estatal y está siendo cada vez más demandadas por las familias. La formación profesional es una apuesta educativa clara del Obispado de Bilbao.