Entre los muchos retos que afronta la educación de hoy día, el nuevo rol docente, la labor de andereños y maisus, es una apuesta decidida que influye de manera determinante en el proceso educativo del alumnado. En el Día Mundial del Docente, EBI quiere reivindicar su papel –su nuevo papel- en el sistema educativo.
De hecho, no es un objetivo nuevo en EBI Elizbarrutiko Ikastetxeak. El grupo educativo diocesano lleva años trabajando en el papel que debe desempeñar el profesorado adaptado a las nuevas metodologías y de cara a mejorar ese proceso educativo.
El profesorado de EBI tiene claro que su tarea nada tiene que ver con la de antaño. Ahora, y unido a las metodologías que apuestan por el aprendizaje basado en proyectos de compresión o al aprendizaje cooperativo, el profesor y la profesora se han convertido en guías, en acompañantes en el proceso educativo de sus alumnos y alumnas. Los chicos y chicas son los protagonistas de su aprendizaje: buscan la información, la cuestionan, reflexionan y analizan y la ponen en práctica para comprenden mejor.
Y en este proceso, la andereño y el maisu serán los que guiarán al alumnado; más aún cuando la digitalización es otro de los ejes del sistema educativo. “El buen profesor es aquel que día a día se esfuerza y se plantea qué puede hacer para cada uno de sus alumnos aprenda”, sostiene Martín Varela subdirector de la Fundación Trilema.
EBI, precisamente, viene trabajando con esta fundación educativa para lograr un proceso de mejora constante. Gracias a este modelo, el grupo educativo realiza un seguimiento de la labor del docente, una evaluación de su trabajo y, sobre todo, un acompañamiento. Así, por medio del coaching, tutorías o hermanamientos, los profesores se someten al análisis de su labor para introducir mejoras.
Y todo ello da resultados. El alumnado aprende motivado y es capaz de reflexionar y ser crítico en su proceso educativo.