Dos expertas del Project Zero de la Universidad de Harvard acuden a los centros diocesanos para supervisar la implantación de la metodología que suprime los libros de texto y el sistema tradicional de evaluación por medio de exámenes.
El modelo educativo Enseñanza para la Comprensión nacido en el grupo de trabajo Project Zero de la Universidad de Harvard ha llegado para quedarse. Diferentes centros de Elizbarrutiko Ikastetxeak han implantado ya en sus aulas este enfoque pedagógico que permite, entre otras ventajas, suprimir libros de texto y los sistemas tradicionales de evaluación por medio de exámenes. No obstante, la comprensión de las materias por parte del alumno y la mejora de sus competencias y habilidades son las características más destacadas de este innovador modelo.
Tras la experiencia de Begoñazpi Ikastola, que lleva ya seis años desarrollando este nuevo enfoque surgido en Harvard, cuatro años en Sagrado Corazón de Bermeo, dos años en San Fidel Ikastola de Gernika y centros educativos como Txomin Agirre de Ondarroa, San Felix Ikastetxea de Ortuella e Iparragirre Ikastola entre otros centros están apostado por poner en marcha este nuevo enfoque.
La manera de trabajar parte de un aprendizaje basado en proyectos o tópicos por los que los alumnos trabajan, de manera transversal, diferentes materias. Los alumnos son los protagonistas de su aprendizaje, ya que son ellos los que deben buscar la información necesaria, hacerse las preguntas oportunas y establecer las conclusiones. El profesor figura como un guía o coach del proceso de aprendizaje para facilitar la comprensión y hacer visible el pensamiento del alumnado.
Esta filosofía se nutre de diferentes y variadas herramientas pedagógicas, muchas de ellas también creadas en el grupo de trabajo Project Zero, que ayudan al alumno a profundizar en la comprensión de las materias. Así, las rutinas del pensamiento, las destrezas del pensamiento, los mapas mentales…, establecen los cauces para que los alumnos mejoren la comprensión de las diferentes materias. A todo ello, se unen otro tipo de recursos o herramientas digitales, como los iPad, tablets, pantallas digitales, que evitan al alumnado limitarse a los contenidos de los libros de texto tradicionales.
El sistema de evaluación es otra de las novedades que trae añadido este enfoque. El examen tradicional pierde peso. La evaluación cobra otro sentido. La evaluación no es solamente para “calificar con una nota numérica” es una herramienta de valoración y mejora continua. Mide el progreso y se entiende a diferentes niveles: la autovaloración, la valoración entre iguales y la valoración del guía o profesor. El progreso se sigue en función del día a día y el trabajo en el proyecto y con diferentes procedimientos.
Este modelo educativo, de hecho, ha supuesto una revolución en el mundo, ya que desde Harvard se ha exportado a países tan dispares como Australia, diferentes partes de Europa, India y otras ciudades de Estados Unidos.
Además, dos de las expertas responsables del Project Zero recorrerán distintos centros diocesanos para asesorar al profesorado y supervisar la implantación del enfoque en las aulas, en el terreno de juego.