El sistema educativo, bautizado por el propio centro como Gelak kalean –aulas en la calle-, proporciona a los pequeños los ingredientes necesarios para que interioricen las competencias marcadas en el currículum para su edad, pero sobre todo para que la comprensión de las materias sea más efectiva e integral que la desarrollada dentro de las paredes del centro.
Hasta la fecha, Maria Bitarteko ha experimentado con algunas pruebas piloto en las que los alumnos han llevado a cabo el aprendizaje más allá de las paredes del colegio y los resultados no pueden ser más satisfactorios. “Los niños trabajan el aprendizaje desde diferentes contextos y en entornos reales, de modo que el niño es el protagonista y hace visible el conocimiento”, explica Eva Padilla, directora de Maria Bitarteko, un colegio de la red de Centros Diocesanos.
A diferencia de las excursiones habituales que se llevan a cabo con los escolares, este modelo educativo parte de un aprendizaje basado en proyectos y extiende esa enseñanza a las calles. Así, en estas salidas, y de una manera planificada, los pequeños no solo conocerán en vivo y en directo su entorno, si no que, además, relacionarán ese conocimiento con las capacidades y habilidades marcadas en Educación Infantil como la autonomía, las competencias lingüística y matemática, el análisis, la interrelación o la responsabilidad.